Lista Robinson
No me cabe la menor duda de que la inmensa mayoría de los que habéis llegado hasta aquí y estáis leyendo este post, en algún momento, habéis recibido una llamada de teléfono de una empresa con la intención de venderos un producto o servicio o informaros de una promoción. Amablemente le has dicho al operador u operadora de turno que no te interesa sin embargo, al poco tiempo, la misma historia, una y otra vez. Pues bien, existe un arma contra esta práctica tan molesta, y se llama la Lista Robinson.
A la “Lista Robinson” también se la conoce como “ficheros de exclusión” y básicamente, se trata de una base de datos integrada por personas que no desean recibir publicidad por correo electrónico, llamadas telefónicas ni mensajes pero, ¿es efectiva la Lista Robinson? ¿Cómo puedes apuntarte a ella? ¿Qué más debes saber sobre la Lista Robinson? A continuación, despejaremos todas tus dudas.
¿Qué es la lista robinson?
La Lista Robinson es un directorio creado para ayudar a usuarios y consumidores particulares a evitar el acoso publicitario de marcas y empresas. El origen de su nombre radica en la popular novela de aventuras escrita por Daniel Dafoe y cuyo protagonista no era otro que Robinson Crusoe, un personaje aislado que quedó aislado del resto del mundo tras naufragar el barco en que viajaba y acabar en una isla desierta. Así, la “Lista Robinson” trata de expresar de manera simbólica el deseo de todo aquel que se apunta a ella de rechazar toda publicidad que llega desde el exterior. Es, por tanto, una lista de exclusión publicitaria.
¿Cómo apuntarse a la lista robinson?
Si estás hasta la coronilla de recibir llamadas y mensajes de empresas, habitualmente compañías aseguradoras y operadoras de telefonía e internet, a pesar de que insistes comunicación tras comunicación en que no estás interesado en sus ofertas o promociones, entonces deberías apuntarte a esta lista de exclusión pero, ¿cómo hacerlo?
Apuntarte a la Lista Robinson es un proceso muy sencillo que apenas te ocupará unos cinco minutos y que puedes realizar aquí. Eso sí, antes de hacerlo debes tener en cuenta una serie de condiciones previas.
En primer lugar, no esperes que tenga efectos inmediatos. Es posible que te apuntes a la Lis Robinson y aún así continúes recibiendo la misma llamada. Tranquil@, deben pasar al menos tres meses para que comience a tener efectos, por lo que aún deberás armarte de paciencia un poco más.
En segundo lugar, esta lista de exclusión publicitaria tan sólo es válida frente a empresas con las que nunca has tenido relación. Esto significa que si la empresa X, con la que tuviste el contrato de internet de casa, te llama a menudo para ofrecerte sus productos, deberás contactar con ella de forma específica y exigirle que deje de hacerlo.
El registro en la Lista Robinson es gratuito y voluntario. Para ello accede a esta página y selecciona la opción “Regístrate como ciudadano”. Y como siempre, antes de hacerlo también resultaría conveniente que leyeses el reglamento para que no haya confusiones.
A continuación, sigue los pasos que se te irán indicando en pantalla, escogiendo una de las tres opciones disponibles: mayor de 14 años que actúa en nombre propio, tutor de una persona menor de 14 años, o representante de una persona ya fallecida. Introduce tus datos personales y recibirás un email de confirmación con tus credenciales de acceso: nombre de usuario (el DNI o NIE) y una clave numérica. Recuerda confirma a través de este email para que el proceso de alta se complete.
Una vez que lo hayas realizado, haz clic en “Acceder” (en la parte superior derecha de la pantalla) y, tras introducir tu nombre de usuario y clave, podrás escoger la vía o vías por la que deseas dejar de recibir publicidad. Las opciones disponibles son cuatro: por vía telefónica, tanto fijo como móvil, por mensajes SMS y MMS, por correo postal y por correo electrónico.
Cada uno de ellos se activa de manera individual, por lo que deberás introducir la información que corresponda pudiendo optar por todas ellas o sólo algunas de ellas.
Insistimos en que la Lista Robinson en válida para entidades con las que no has mantenido relación. A pesar de ello, la página web también ofrece un buscador de empresas para que les envíes tu solicitud en el caso de que ya hayas tenido algún tipo de relación contractual con ellas. Un consejo: no olvides conservar todo lo que envíes como prueba de que les has solicitado que dejen de enviarte publicidad o contactar contigo.
¿Qué pasa si me llaman y estoy en la Lista Robinson?
Si pasados tres meses desde tu inscripción en la Lista Robinson, y si las compañías con las que tuviste contrato pasan olímpicamente de tu solicitud de que te dejen en paz, aún continuas recibiendo comunicaciones comerciales de esa pesada empresa de turno, además de estar tan cabreado como el chico de la imagen de más arriba, podrás presentar una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos.
Esto podrás hacerlo tanto a través de su página web (si cuentas con firma electrónica), donde además vas a encontrar toda la información que necesites para interponer tu denuncia, como en persona, ya sea acudiendo a la oficina sita en la calle Jorge Juan, Nº 6, 28.001 de Madrid, o en cualquiera de la ventanillas únicas de tu ciudad.
En definitiva, ¿es efectiva la lista robinson?
Pues hombre, o mujer, efectiva efectiva, lo que se dice efectiva, hay pocas cosas en la vida, y con la Lista Robinson sucede algo similar. Sin embargo, sí que contamos con mecanismos para poder defendernos en caso de que las empresas hagan caso omiso a nuestra solicitud de no recibir su publicidad.
Debemos tener en cuenta que en la propia página web de la Lista Robinson, nada más entrar, ya se nos indica que “Reduce el número de publicidad no solicitada de empresas” y que “Puedes evitar llamadas comerciales de empresas con relación”. De ello se deduce que no es cien por cien efectiva, pero aún así, resulta bastante eficaz en un amplio número de casos, además de servir como prueba fehaciente de que has solicitado no recibir publicidad de empresas con las que no has mantenido relación contractual alguna.
Sin embargo, el mayor inconveniente lo encontramos en la propia Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) cuyo texto señala de forma expresa que cualquier empresa puede utilizar tus datos para hacerte llegar publicidad bajo sólo uno de estos dos requisitos: que tú se los hayas proporcionado de forma voluntaria (a menudo lo hacemos al participar en sorteos y concursos), o que figuran en bases de datos públicas. Y en plena sociedad de la información e internet, nuestros datos ta están en tantas partes que resulta complicado frenarlas.
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